jueves, septiembre 25, 2008

Equilibrio en el reencuentro

¡Qué difícil es reencontrarse! Ah, pero qué sencillo es olvidarse de uno mismo. Crecer y madurar son procesos que parecen sencillos, naturales, pero no, no son cosa fácil. Hoy me di cuenta de que he olvidado muchas cosas de mí, hoy me percaté de lo poco que me importa mi pasado. Hoy, por primera vez en mucho tiempo, recordé quién fui y dejé a un lado quién quiero ser. Esta noche buscaré un color que me ayude a equilibrar esos dos conceptos para arrojar, por vez primera en largo rato, un resultado coherente y honesto: quién soy. Ah, es doloroso madurar, ¿será que los frutos también sienten lo mismo? ¿Disfrutarán ese dolor como yo lo hago?

No hay comentarios.: