jueves, junio 15, 2006

Es hermoso no resignarse a olvidar.
ARTURO PÉREZ-REVERTE, El maestro de esgrima.

DE TU EJEMPLO VIVO
Por Juan Pablo Matarredona

Hay temporadas que me gustan más que otras. No creo ser el único que piensa así, es que –hay que ser francos– algunas épocas nos hacen más felices, como la Navidad o las vacaciones de verano.
Estos días son así, de los que me ponen de mejor humor. Sé que parece extraño, pero es tu memoria la que me da la felicidad. No puedo esperar a que sea domingo para ir a platicar contigo, llevarte flores y sentarme sobre tu lápida por el resto del día… tu día, nuestro día.
Con ésta ya van a ser diez las veces que disfrutamos así el tercer domingo de junio. También fue un tercer domingo, pero de marzo, cuando los perdí a los tres, sí, también tres.
Ya te imaginarás cómo están las cosas por acá, se habla en televisión a todas horas sobre los papás (bueno, no tanto como otros años porque hay fútbol y campañas electorales, pero aun así se habla). Mis amigos renuevan las relaciones con sus padres –que todavía viven–, y se les escapa el presumir lo maravillosos que han sido siempre con ellos: que si les regalaron un coche, si les pagaron la escuela, si los llevaron de vacaciones a Europa… todas esas cosas que ustedes hacen por los hijos.
Pero son pocos los que tienen una relación tan profunda como la nuestra. No habrás podido invertir muchos años en mí, por cuestiones de mortalidad, pero siempre estuviste dispuesto a intimar lo necesario para compenetrar hasta el fondo.
Fueron muchas horas de diversión, algunas otras de regaños. Aquellos ratos de hacer ejercicio juntos, de poner a prueba tus músculos y mi resistencia, de contener el dolor y el cansancio. No importaban las secuelas que permanecían por días; ese momento a tu lado valía el sufrimiento físico.
Las salidas al cine para ver las películas de moda, ésas de las que todo el mundo hablaba, pero sólo tú sabías dar una opinión y una crítica certeras. Las comidas familiares. Los campamentos que hacías con Gerardo y conmigo: los tres hombres de la casa juntos frente a la naturaleza y sin mujeres. Los viajes a diferentes zonas del país, donde siempre supiste mostrarnos las distintas culturas que hay en esta nación tan compleja.
Pero, sobre todo, los momentos de consejo. Lograste constituirte como mi guía espiritual. Cada vez que enfrenté algún problema, allí estuviste para indicarme cómo arreglarlo y a qué soluciones debía recurrir. La convivencia de padre e hijo te llevó a ser el mejor educador sexual que se haya erigido en toda la historia. No creo que algún otro progenitor tuviese la madera que poseías para enseñar con tanto conocimiento en ese rubro.
Fueron tantos y tan variados nuestros momentos que todos sus recuerdos me producen alegría; bueno, casi todos. Sólo hay uno que no resultó para bien, no por lo que pasó, sino por sus resultados. Debo dejar en claro que te comportaste como todo un hombre aquella noche, como esperaba que te comportases.
Ese tercer domingo de marzo mi madre fue la imprudente. Tu embriaguez no era pretexto suficiente para no dejarte entrar a casa; por eso fui yo quien te abrió la puerta, para que pudieses darle una lección por buscar imponer su parecer y porque tú, le gustase o no, eras el jefe del hogar.
Me agradó la forma en que probaste tu musculatura contra su cuerpo, ¡qué mejor manera de educar! Lo de la pistola no era necesario, pero se veía muy bien. El problema fue la inmadurez de Gerardo al confrontarte; fue lo que te llevó a tomar la decisión adecuada: defender tu vida ante la terrible amenaza de una mujer y un pequeño.
Lo que nunca he comprendido es por qué acercaste el cañón a tu cabeza. Por más que le doy vueltas no llego a encontrar una explicación lógica. ¿Por qué dejarme solo y no llevarme con ustedes? Sólo quedé yo, y estoy aquí, esperando el momento de tener más edad para ser un padre tan cariñoso y dedicado como lo fuiste tú, que entregaste hasta la vida por tu familia.

domingo, junio 11, 2006

DIATRIBA PARA EL SEÑOR LÓPEZ
Por Juan Pablo Matarredona

Algunas ideas prestadas que encajan muy bien con los sentimientos y pensamientos que me provoca el señor López cuando le escucho hablar o es sujeto de reportes noticiosos:

No sé por qué pero López, con perdón de ustedes si así se llaman, me suena a ratero cínico. FERNANDO VALLEJO, La virgen de los sicarios.

Que el dios de los pobres y el espíritu de nuestro pueblo guíen su camino. HUGO CAMERAS, candidato a diputado por el PRD. (No hay mejor manera de desearle la miseria; vaya dios, dónde tiene a sus feligreses)

Sospechosas se me antojan frases tan dulces en boca de semejante malvado. WILIAM SHAKESPEARE, El mercader de Venecia.

De los ladrones, amigo, es el reino de este mundo y más allá no hay otro. Siguen polvo y gusanos. Así que a robar, y mejor en el gobierno que es más seguro y el cielo es para los pendejos. FERNANDO VALLEJO, La virgen de los sicarios.

La aflicción que nos causa lo que no tenemos me parece provenir de la ingratitud que manifestamos por lo que tenemos. DANIEL DEFOE, Aventuras de Robinson Crusoe.

La historia nos ha enseñado que la naturaleza del hombre es malvada hasta extremos sublimes. El bien no se puede perfeccionar, pero la maldad sí. ELIZABETH KOSTOVA, La historiadora.

"No reconozcas nada", le decía una y otra vez a Gary. La sabiduría de su vida estaba contenida en aquella frase. NORMAN MAILER, La canción del verdugo.

El león cree que todos son de su condición. Proverbio popular.

Los pobres son así: agradecen para poder seguir pidiendo. FERNANDO VALLEJO, La virgen de los sicarios.

Por ser traidor hasta con la traición, lo amaban las gentes honorables. JULIO CORTÁZAR, El poeta propone su epitafio.

A cabrón, cabrón y medio. Proverbio popular.

El primer arte que deben aprender los que aspiran al poder es el de ser capaces de soportar el odio. SÉNECA.

Tu opinión era la correcta y cualquier otra era errónea, excéntrica. FRANZ KAFKA, Carta al padre.

Entre más hablas de una cosa, menos esa cosa es. DAVID LYNCH.

El trabajo en equipo sólo sirve de eslabón, luego el ser evolucionado se lanza por la gloria personal. CHARLES MONTGOMERY BURNS, Los Simpson.

Doubt can be a bond as powerful and sustaining as certainty. JOHN PATRICK SHANLEY, Doubt.

UN POCO DE MI COSECHA:

Parte de la perfección es aceptar que no eres perfecto.

Que sean pobres no significa que sean miserables.

No sucede que el malo sea castigado y el bueno reciba su recompensa.

* Discurso o escrito violento e injurioso contra alguien o algo

domingo, junio 04, 2006


Quien se enfada por las críticas, reconoce que las tenía merecidas.
CAYO CORNELIO TÁCITO

EN AQUEL LADO
Por Juan Pablo Matarredona

Allí estoy. Hablo, observo, pienso, analizo, todo al mismo tiempo. Pero es allí donde estoy, de aquel lado, no de este. Tú eres mi presa, eres el objeto de mi crítica. Créelo y témelo: los errores salen caros conmigo, no paso por alto ni el mínimo detalle.
En muchas ocasiones me han preguntado cuál es mi pasatiempo preferido. La mayoría de las veces respondo que la lectura o escuchar música; otras, simplemente, guardo silencio. Sea una u otra mi reacción frente a ese cuestionamiento, siempre he mentido. Ahora veo cuál es mi mejor forma de entretención: la crítica, el recalcar tus equivocaciones.
Ten cuidado en la manera conque me lees. Vas muy lento, ¿qué? ¿No sabes leer aprisa? Apúrate, concéntrate, mueve la mirada, abstrae más rápido, ¡vamos, lee, lee, lee!
Si voy en el auto, les veo manejar, les grito, me quejo, les ‘aviento’ el coche. Y a ese otro, pobre peatón, también lo someto a examen: Que si tiene la decencia de cruzar por el paso de cebra, si lleva a su bebé y atraviesa sin la menor precaución, si prefiere pasar por debajo del puente, si cree que es de hule y nada le importa: “¡Has de comer ligas, cab…n!”.
Y pobres de mis compañeros comunicadores –no comunicólogos, amigo lector, de esos hay muy pocos y no se exponen en los medios de comunicación– , son pocos los que se salvan de mi escrupulosa pesquisa. Qué duro he sido con gente tan humilde y trabajadora, pero no me disculpo, sigo pensando lo mismo de ustedes Gutiérrez Vivó, Paco Granillo, Origel, Uriel, Román, Adal, Omar Chaparro, Ciro Gómez Leyva, Germán Dehesa, René Franco, Olallo Rubio y todos los que se me olviden en este momento; les absuelvo de sus pecados mientras no cometan más.
¿Estás cansado de leer? Ya me percato. Vaya, se nota que no hojeas ni medio libro al año, ¡ignorante! Sí, lo sé, también se nota que no gano simpatías con esta malsana obsesión, esta fijación por alejarme de mí, por acudir a ti, y al otro, y a la otra… Por no pensar en lo que llevo dentro, por temer a mi propia crítica, por no saber cómo ordenar el caos en mi interior… Mucho tiempo ha que dejé de ver hacia dentro, este parece un buen momento para volver a acudir a mí. Deséame suerte, estimado objeto de mis críticas; voy a realizar un profundo viaje.


CONSEJO PARA EL SEÑOR CERATI
Gustavito, decide bien adónde vas. No te quejes cuando te pregunten por Soda Stereo, si eres tú quien da a los periodistas biografías en las que la banda abarca casi el setenta por ciento del contenido. Si quieres olvidar a un muertito, no le reces ni le enciendas velas y, de paso, esconde sus fotografías. Pero, por favor, no tengas en ermita su imagen para después renegar cuando alguien le mire y lo traiga a colación. Parece que no eres muy amigo de la congruencia.